jueves, 3 de mayo de 2012

Porque tú lo has querido, acepto



Los que conocisteis a mi madre sabéis de su afición y su talento poético. A veces solía bromear con ella y decirle que acabaría hablando en verso. Por eso queríamos despedirla con un poema. Mi hermana Maite me habló de una carta del obispo chileno Rafael Ángel Jara a su madre, del que me emocionó especialmente esta estrofa:


Una mujer que mientras vive no la sabemos estimar
porque a su lado todos los dolores se olvidan,
pero después de muerta daríamos todo lo que poseemos
por mirarla de nuevo un solo instante,
por recibir de ella un solo abrazo,
por escuchar un solo acento de sus labios.


Sin embargo pensamos que era mejor despedirla con una de sus poesías, por eso la idea de elegir una de las que escribió cuando murió mi padre.


¿En que lugar del cielo estás para buscarte?
¿En que nube te han dicho que residas?
¿Que camino he de seguir para encontrarte?
pues el Cielo tendrá amor, sus avenidas
En el silencio de mis tristes noches
Cuando sé que junto a mí te acercas
y en un susurro me dices: “ten fe y lucha
que esta separación no será eterna
En esas horas, amor, de soledades
dime tu dirección en un suspiro,
mi corazón encontrará tu huella,
y así mientras te busco, creerán que vivo


A pesar su pena vivió feliz. Disfrutó de sus 4 hijos, sus 6 nietos y su bisnieta Leire a quien acababa de conocer. Y pudo presumir de contar con excelentes amigos y de ser una persona cariñosa y afable querida por todos.
Charo ya no está entre nosotros y no dejamos de llorar su ausencia. Quizá intuyéndolo ya me decía en sus versos:


El día en que por fin vaya a reunirme
con mi amado compañero, niña mía
no me llores porque entonces no habré muerto,
que es ahora cuando muero cada día.




Espero que sea así mama, y que por fin descanses feliz a su lado.



Escrito y leído por su hija Ana en el funeral de Charo Morilla, autora de este Blog

1 comentario:

  1. qué bonito!! preciosas las palabras que le dedicó Ana
    Un besazo yaya allí donde estés

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